Más allá de la vida

Un parapsicólogo frustrado por el don de poder comunicarse con los muertos, pero que él considera una maldición, una famosa presentadora de la televisión francesa, que sobrevive a un tsunami, y un niño que pierde en un accidente a su hermano gemelo, son los protagonistas de la última película dirigida por el veterano director estadounidense, con la que se propone una mirada a ese otro mundo invisible, aquel que a todos nos espera cuando dejemos de existir en esta vida.
Después de haber trabajado juntos el pasado año en Invictus, Clint Eastwood y Matt Damon vuelven a reunirse en una cinta coral en la que, a través de un guion de Peter Morgan (The Queen), se narra la historia de tres personajes y la relación de cada uno de ellos con la muerte, antes de que coincidan sus caminos y cada uno aporte al otro aquello de lo que está necesitado. La cinta tiene, sin duda, un inicio de lo más espectacular: Marie LeLay, una exitosa periodista francesa, a quien interpreta Cècile de France, está pasando unos lujosos y relajantes días de vacaciones con su novio, cuando es sorprendida por el devastador tsunami que asoló el sudeste asiático en 2004. Rescatada in extremis por dos hombres que consiguen sacarla del agua, a Marie le ha cambiado la vida. Después de haber estado en el más allá y regresar a la vida, ya nada será igual. Su carrera, su novio y su fama se verán afectadas por su necesidad de contar la experiencia que ha tenido a través de un libro, del que, al principio, nadie quiere saber nada, pero que, más tarde, será publicado por una editorial de Londres y presentado por ella en la feria del libro que se celebra en la ciudad británica.
Allí vive Marcus, admirablemente interpretado por George McLaren, junto a su hermano gemelo Jason y su madre, una alcohólica a quien cuidan y encubren sus propios hijos para que Asuntos Sociales no les separe de ella. Hasta que Jason muere atropellado, a su madre la ingresan en un centro de rehabilitación y Marcus tiene que marcharse a vivir con una familia de acogida. Desde el primer momento, el chico sólo tiene un objetivo: encontrar a su hermano donde quiera que esté y comunicarse con él. De modo que visitará a todos los videntes que aseguran poder ayudarle, aunque lo único que consigue es una decepción tras otra. Por supuesto, también explora en Internet, donde encuentra a un parapsicólogo llamado George, pero a quien no puede acudir porque vive en San Francisco.
George, a quien da vida Matt Damon, sin embargo, ha dejado de comunicar con el más allá. Sabe que ayuda a aquellos que quieren transmitir algo a los seres queridos que han fallecido, pero él lo que realmente anhela es una vida normal. De modo que cuando le despiden de la fábrica en la que trabaja para no tener que ejercer su verdadera “profesión”, en vez de dejarse convencer por su hermano de que vuelva a trabajar con su don, decide hacer un viaje para visitar la casa de su escritor más admirado, Charles Dickens, en Londres. Y este será el momento en el que las tres historias confluyan y sus protagonistas entren en contacto.
Con un lenguaje en ocasiones demasiado ingenuo y un final con claras dificultades para convencer, con Más allá de la vida, Eatswood firma, sin duda, uno de los trabajos que más han dividido a la crítica y al público en Estados Unidos, algo que muy pocas veces suele ocurrir con sus hasta ahora mucho más rotundas apuestas. (www.elimparcial.es)
¡¡¡Y AHORA EL TRAILERRRRRRRRRRRRRRRR!!!